GOFIO
Es uno de
los productos más emblemáticos dentro de la dieta del isleño. Se trata de un
elemento que ha sobrevivido el paso del tiempo, y aunque ha mermado mucho su
consumo con respecto a épocas pasadas, hoy en día sigue jugando un papel
importante en nuestras mesas.
El gofio
es un alimento hecho a base de cereales tostados y molidos.
ORIGEN
El gofio
fue, en otras épocas, básico en la alimentación de los isleños y entorno a él
giraban el resto de los productos alimenticios que se consumían, ya fueran
vegetales, carnes, pescados, así como la gama de productos lácteos.
Este
producto ya era conocido y usado por los aborígenes de las Islas, pero al
comienzo de la Colonización tan solo se producía trigo y cebada y algunas
leguminosas como el chícharo o las habas. En el siglo XVI se amplió la gama
de cereales con la llegada del millo procedente de América. Este nuevo cereal
tuvo gran aceptación y de hecho, terminó por extenderse a todo el
Archipiélago.
Los
guanches solían tostar el gofio en recipientes de barro y luego lo molían en
molinos de mano, hechos con piedra basáltica porosa, aunque los había de
diferentes formas.
TIPOS
En la
actualidad, aunque el predominio de materias primas utilizadas en la
elaboración del gofio lo tienen el trigo, el millo y la cebada, también es
común encontrarse con el uso de algunas leguminosas como el garbanzo.
Son
diversos los tipos de gofio, pero es que además los hay que están compuestos
de diferentes productos y que también son bien acogidos por la sociedad
isleña.
Se dice
que el gofio de millo es el complemento ideal para todo tipo de comidas, de
hecho se puede usar tanto para la leche, como para los potajes y purés, o
bien, amasado con agua u otros caldos, complementado con otros productos como
las almendras, así como escaldado o como ingrediente para postres.
El gofio
de millo, probablemente sea el más usual. Para su elaboración se procura
recurrir al millo del país, o sea, el que es cultivado aquí, pero cuando éste
no es suficiente se recurre al millo argentino.
El gofio
de trigo se caracteriza, entre otras cosas, por ser más consumido en
las islas occidentales que en la orientales.
Otra de sus
cualidades es que tiene un color más claro que el de millo y una textura más
fina, y de ahí que sea el preferido para la leche del desayuno.
Para la
obtención del grano, el campesino tenía que llevar el resultado de la siega a
la era, allí trillarlo, para así separar el grano que luego se tostará.
PRODUCCIÓN Actualmente su producción no es como antaño. La evolución en su elaboración va desde el molino de mano hecho con piedra basáltica y usada por los aborígenes, pasando por los molinos movidos por agua, a los molinos de hoy, que funcionan con otros medios y otro tipo de energías, como la electricidad o el gasoil.
Su tueste
depende de dos factores: del paladar de los consumidores, a los cuales les
gusta más o menos tostado, y de la dureza de los granos, que pueden exigir
más o menos calor para dicho proceso.
En los
gofios de mezcla, siempre se tuestan al mismo tiempo, los granos de dureza
similar. Una vez que se han enfriado, se le añade la sal y se empieza el
proceso de molienda.
CARACTERÍSTICAS
El gofio
tiene cuatro características que lo definen:
El gofio
fue y es un producto que se consume en todos los estratos sociales de
Canarias, con la diferencia de que en el ámbito rural y los sectores más
desfavorecidos, ese consumo suele ser mayor.
USOS
Su consumo
ocupa un lugar preferente en nuestras mesas, o bien como una pella, o bien
como un buen escaldón. Se puede tomar como un aperitivo o como acompañamiento
de los platos principales.
Y es que
hasta en los postres el gofio está presente en forma de helado o de mousse,
como turrón, o incluso como licor.
En los
últimos tiempos, este alimento ha perdido la importancia social que tenía, y
este espacio ha sido ganado por el pan.
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